sábado, 27 de agosto de 2016

...

¿Soy la única persona cuyo cerebro vive en un estado de duda constante?

Siento como si en infinidad de ocasiones me asaltasen las dudas y los sentimientos de mi corazón regurgitasen en mi interior como las abejas de un panal que trabajan juntas para conseguir la miel.

En mi estómago no siento mariposas, lindos animales de colores que vuelan sin hacer daño a nadie, simplemente aportando belleza cromática a este mundo que yo percibo tan gris.

En mi estómago, siento abejas asesinas de las que clavan el aguijón e impregnan hasta la última gota de sangre de veneno. Un aguijón que se siente como mil espinas en el corazón. Ni el más impresionante remedio podría curarlo. Pues nada puede sanar un corazón roto.

A percepción de las demás personas costaría decir que mi cerebro está en continuo funcionamiento, intentando resolver las dudas y misterios que asolan mi corazón, ya que no permito que nadie vea en mi cara algo que no sea la más optimista de las sonrisas, tan optimista que sería capaz de curar hasta la más peligrosa enfermedad.

Sin embargo, tengo miedo. ¿Y si no soy lo que se espera de mí? ¿Y si no soy igual a los demás? ¿Y si…? ¡Un momento! Ese es el problema. No soy igual a los demás. Da miedo, en ocasiones, hablar por miedo a que los demás te rechacen, que se rían de ti o se metan contigo por el simple hecho de tener pensamientos y/o gustos diferentes.

Un pensamiento. Un sueño. Un molinillo de viento que se escapa por la ventana con todas mis esperanzas entre sus finas y blancas ramas de algodón.

Volvamos a lo anterior. ¿Y si no caigo bien? ¿Y si fracaso? ¿Y si me caigo y no recuerdo cómo mover mis piernas para volver a levantarme? ¿Y si me confundo a mí mismo? ¿Y si confundo a los demás? ¿Y si lo que pienso que es amistad es amor? ¿Y si pienso que lo que es amor es, en realidad, amistad? ¿Es este mi sitio? ¿Es esto lo que realmente quiero?

Ojalá pudiese encontrar las respuestas. Pero no es así. Las respuestas están ocultas en una caja fuerte cuya contraseña desconozco, en material de titanio imposible de romper por mis propios medios.

¿Necesito salir?

¿Necesito huir?

 ¿Qué necesito?

No me gustaría que nadie se equivoque por mis besos, por mis abrazos. Es algo que necesito. El gigante que vive dentro de mí minimiza su tamaño hasta reducirse a cenizas cuando siento que alguien me protege.

Un abrazo cálido y duradero. El olor de la otra persona. Dos besos, uno en cada una de las rosadas mejillas de la otra persona; a la altura de los pómulos.

Una mirada.

Y es entonces cuando viene la confusión.

Una oscuridad dentro de mí en la que caigo cada vez que duermo y aparece uno de mis sueños malvados. El monstruo.

¿Es mío el problema?

Debería dejar de pensar, de dar vueltas a todo. Al final voy a terminar mareado y entonces sí que me será imposible encontrar la salida de mis pensamientos. Dejar que se esfumen como el humo de un cigarrillo se consume a los segundos de ser expirado y encontrarse con la frialdad del mundo.


La última de mis dudas es… ¿cómo?

miércoles, 30 de diciembre de 2015

2015 Punto de Inflexión

2015 punto de inflexión

Un año que empezó con un cajón cargado de sueños. Aunque la intención era ir vaciando gradualmente ese cajón, lo que ha hecho ha sido crecer y crecer hasta tal punto que está a punto de explotar. Es necesario esta ocupación de sueños en mi cajón, ya que a corto plazo no los puedo realizar y este párrafo no será aquel en el que prometa, vagamente, que serán cumplidos en 2016 ya que sé que no será así sino que estos sueños, alguno de ellos al menos, se verán hechos realidad en 2017 si la vida me lo permite.
Diréis: “¿pensar en cosas que van a suceder de aquí a un periodo de 2 años no es arriesgado? En 2 años pueden pasar cantidad de cosas”. Lo es. Es arriesgado, pero ¿qué es la vida sin una pizca de riesgo? A lo largo de estas líneas os contaré cuales son mis planes futuros. De momento seguid leyendo tranquilamente que tengo mucho que contaros.
Lo del carpe diem, vivir el momento y el día a día está muy bien en la teoría, pero en la práctica me parece el mayor de los actos de hipocresía. Si eres una persona que ha conseguido dejar atrás el pasado es que aquello no fue importante para ti. Y cuando digo dejar atrás el pasado me refiero tanto a las cosas buenas como a las malas. Cuando un corazón se rompe, se aprende, cuando cometemos errores sabremos como subsanarlos la próxima vez; por eso dejar el pasado en el pasado no es una filosofía de personas fuertes. Al contrario, es una filosofía de vida para las personas débiles que no se ven capacitadas de pensar en todo aquello que les hizo mal. De la misma manera, si eres una persona que no piensa en el futuro, tu vida estará vacía. Lo que nos motiva a continuar en la vida son las metas, los sueños… Si no tenéis metas ni propósitos ¿cuál es el sentido de vuestras vidas? No me malinterpretéis, seguro que encontráis sentido por asuntos muy diferentes. Es solo que en mi cabeza es difícil mantener esa concepción.
Siempre he sido un niño muy soñador que andaba en las nubes. Citando uno de mis libros favoritos Fulminado por un Rayo de Chris Colfer (altamente recomendable) yo encajo a la perfección con la descripción de aquel niño sobre el que escribía Carson Phillips dentro de la novela: “Había una vez un niño que quería volar… Había una vez un niño que voló.” ¿Por qué se parece aquel niño a mí? Si me preguntan por mi infancia los tres recuerdos que más intensamente continúan dentro de mi cabeza son la visión de un niño que se subía a los brazos del sofá y se lanzaba pensando que podía volar como Peter Pan, un corte que me hice a los cinco años cuando se me ocurrió  la genial idea de intentar cortar queso (aunque esto no tiene repercusión, pero es anecdótico) y aquel niño que en la encimera de la mesa se tiraba en los brazos de su padre gritando “hasta el infinito y más allá”. Por aquel entonces, pensaba que volar era aquello, mantenerse en el aire cual pájaro y poder viajar a lugares inesperados con el tiempo me he dado cuenta que la capacidad de volar para las personas no es algo inalcanzable, pues no hay mejor vuelo que el de nuestros pensamientos a través del mundo. El Christopher de 5 años era aquel niño que quería volar. El Christopher de 21 es el que ha volado y ha descubierto un mundo completamente nuevo.
Si seguimos con mi infancia, yo era de aquellos niños que siempre inventaba historias con los muñecos. Os sorprendería ver las que armaba cuando juntaba a los playmobil, con figuras de pokémon, un juguete de Spiderman, sin dejar atrás a los Action-Man y las Barbies de mi hermana. Puede que esto suene aún más estúpido y raro (sobre todo raro) pero junto a mis juguetes tenía un trapo rojo que siempre solía ponerme en la cabeza. Era curioso encontrar al pequeño Chris con ese trapo rojo simulando el pelo de Ariel y cantando de memoria todas las canciones de la banda sonora de la Sirenita. Llevo escribiendo relatos e historia desde que tengo 17 y siempre pienso “me habría gustado empezar más pronto, como J.K. Rowling o Laura Gallego”. Pero si echamos la vista atrás, aunque esas historias no estén plasmadas en papel, eran historias. Cada día en la vida de Chris era una nueva aventura y aquella alfombra era su estudio de escritura. Como dato curioso, todos mis juguetes podían volar en las historias que creaba.
Muchas personas que conozco me dicen que soy una persona muy creativa. Es posible. Mi cabeza es capaz de crear historias hasta de los detalles más nimios. Nunca se sabe cuando un best-seller puede venir a tu cabeza. También acostumbro a hablar solo en voz alta, me despeja la mente. Es como el pensadero de Dumbledore en Harry Potter, con la salvedad de que yo no puedo sacar mis recuerdos para volver a verlos, y lástimamente algunos acaban desapareciendo.
Y pensaréis, ¿qué haces contándonos toda tu vida si ibas a hablar de 2015? He llamado a este escrito punto de inflexión, y si os cuento todo esto es porque ha sido este  año cuando me he dado cuenta de todo ello.
2015 ha sido un año en el que he reído, he llorado, he madurado (sobre todo esto), he conocido a personas alucinantes y he desconocido por completo a personas a las que creía conocer, he soñado, he escrito, he conseguido sanar mi corazón y me lo han vuelto a romper en mil pedazos, he vivido y lo he hecho sin importarme nada ni nadie más. Mi vida es mía y solo a mí me pertenece. Además, que al final del camino, al final del túnel, hay una luz y no sabremos si allí nos estará esperando alguien o no, pues la única persona de la que uno puede fiarse 100%, la única que sabes que va a seguir contigo hasta el final… Eres tú mismo.
La familia y los amigos son importantes, de lo más importante en nuestras vidas, pero igual que viene se puede ir y no te puedes permitir vivir a merced de los demás. Si sueñas, hazlo porque eres un soñador, si vives hazlo porque quieres vivir. Nunca se te ocurra hacer cosas para complacer a nadie porque en ese preciso momento, no estarás viviendo tu vida. Estarás viviendo la que otras personas quieren. Hemos tenido la suerte en nacer en las condiciones y la época en la que hemos nacido y cada persona es completamente libre. No dejes que te roben ese derecho.
Ni el mismísimo viento es capaz de frenar un alma tan inquieta como la mía. A pesar de que soy una persona muy calmada mis sueños son ahora mismo lo más grande que tengo. Aquí es donde entra otra de las cosas importantes de mi 2015, otra de esas que han supuesto un punto de inflexión. En 2014 una palabra quedaría grabada en mi piel para siempre Courage. Sabía que no era suficiente, por eso el 23 de junio de 2015 aparecería en mi muñeca su eterno compañero Strength coronado por un doble infinito. Aunque lo he explicado infinidad de veces, lo volveré a hacer en estas líneas. Valor y fuerza son los dos pilares principales sobre los que se asienta mi vida. Ambos necesarios, ambos vacíos sin el otro. Por eso era necesario tenerlos a los dos.  El doble infinito representa esta necesidad que uno tiene del otro, esa unión. Además, este símbolo  a su vez es una metáfora porque me gustaría, como ya adelantaba el joven Chris, llegar hasta el infinito y tocar las estrellas. Una vez allí quiero formar parte del cielo, de la galaxia, de la vía láctea. Sueños de ambición. No me gustaría ser una de esas 7 billones de personas que pasen por esta maravilla que es la existencia sin pena ni gloria. Cuando muera, me gustaría que mi nombre fuese recordado, por mis libros, mis historias, mis pensamientos… Quizá estoy pidiendo mucho. Algunos creeréis que es imposible, pero también he dicho infinidad de veces que imposible es mi palabra favorita ya que la imposibilidad está en aquello que nosotros hacemos imposible. Si nos lanzamos al vacío nada es imposible y si las posibilidades son de una entre un millón ¿por qué no ser esa una?
No voy a hablar de que en 2015 se hayan acabado mis dos series favoritas, Glee y Revenge y se haya estrenado la última película de Los Juegos del Hambre, pero al menos tenía que mencionarlo. ¡Me han dado momentos maravillosos!
Risas, llantos y madurez. Es lo que la vida nos tiene preparado a todos. Si todo fuera del color de rosa, sería carente de sentido. A mí al menos no me gustaría que todo fueran risas, los llantos son necesarios. La madurez también. El 23 de septiembre cumplí 21 años y ha llegado la hora de dejar de lado al niño inocente (no os preocupéis vive en mi corazón y siempre querrá volar como Peter Pan) y convertirse en un adulto. Ya no soy un adolescente cuya meta principal es agarrarse una borrachera cada fin de semana, de hecho hace tiempo que deje de ver la gracia a salir todos y cada uno de los fines de semana con ese propósito. Salir de vez en cuando está bien, disfrutar, reír, tomar algo con los colegas… Pero estar tranquilo en casa, con una manta y un libro, viendo una película o incluso trabajando, me parece mejor plan la mayoría de los días. He pasado el ecuador de mi carrera, aunque no sé en qué momento ha ocurrido eso porque el tiempo va demasiado rápido, en unos meses estaré haciendo mis primeras prácticas de empresa, sacándome el certificado de inglés y quizá trabajando. Hay tiempo para divertirse, sí. Pero también hay que pensar en el futuro. Leer un libro me puede ayudar, quedarme trabajando frente al ordenador también. Una noche entera de fiesta… pues una al mes está bien, más se me empieza a hacer excesivo. ¿Me he vuelto un viejoven? Puede, pero si en un par de años estoy ejerciendo de periodista, tengo mi estudio propio y escribo libros que se venden como churros entonces habré tomado el camino correcto. Porque no siempre el camino recto es el más directo.
Como antes he dicho mi vida es solo mía. De nadie más.
Me he dado cuenta que el mundo está movido por un simple interés. Las personas actúan movidas por esos intereses. Duele que solo se vea lo malo de los demás sin pararnos si quiera a pensar los buenos momentos, ya que esos son los que deben permanecer más fuertes en nuestras cabezas. Pero aprendes, a tomártelo con más calma, a no fiarte de ni tu propia sombre y te aseguras que el suelo no esté lleno de cristales antes de dar cada paso. Los cuchillos vuelen como una flecha y nunca sabes cuando el objetivo principal vas a ser tú.
Te das cuenta de muchas cosas, de que personas valen la pena y cuáles no. A quién sí y a quién no quieres en tu vida. Prefiero 5 amistades de verdad, que aquellos que se llevan “bien” con todo el mundo y por detrás no hacen más que darse puñaladas traperas a sangre fría. Y creedme, lo he visto con mis propios ojos. Llevar auriculares puede ayudar a escuchar conversaciones ajenas en ocasiones, porque piensan que no les escuchas pero no es así. Por si eso fuera poco, intento que nada se escape a mi atención y estar al tanto hasta del vuelo de las moscas como nos decía el que, hasta ahora, me ha parecido el mejor profesor que he tenido durante toda la carrera. Os sorprendería ver los gestos de asco que algunas personas ponen cuando habla su “amiga/o”. Secretos que me llevaré a la tumba porque como me tiren de la lengua podría expulsar más ponzoña que la resultante de mezclar a Dolores Umbridge y Lord Voldemort.
Y mientras desconoces a personas que creías conocer, vas conociendo a otras nuevas o reforzando las ya existentes. Tener una persona que siempre está detrás de ti, con la que hablas a diario y que el día que no es así sientes que te falta algo… No hay sentimiento mejor. Siempre he dicho que soy una persona muy fuerte pero porque soy muy quebrada. “Serás feliz” – me dijo la vida – “pero primero te haré fuerte”. Así que en ocasiones necesito mi refugio y sé que puedo encontrarlo en algunas personas. En este mundo de locos yo me siento incomprendido, pero sé que hay personas que se sienten de la misma manera. No estamos solos. Nos tenemos unos a otros. Tanto personas que he conocido en internet, como personas que están conmigo día a día.
Estudiando periodismo y amando Eurovisión se me ocurrió que podría intentar entrar a formar parte de alguna página web que se dedicase al festival. Fue entonces cuando encontré Eurofanweb.com. A pesar de que en dos meses hemos tenido nuestras idas y venidas, enfados, falta de comunicación y en ocasiones hemos sentido que todo se iba al garete, hemos conseguido sacarlo a flote con unas cifras alucinantes para una web nueva (más de 500 seguidores en twitter 3500 visitas en noviembre, 2800 en diciembre y una media de 100 por día). En ocasiones he pensado que me he equivocado, que el periodismo no es lo mío ya que no encuentro motivación alguna a narrar los sucesos del día, en ocasiones incluso ni me entero de cosas que han pasado en mi país por simple dejadez. Entonces me di cuenta de algo, para ser buen periodista no hace falta saber sobre sucesos, política o economía. El periodismo es una rama muy amplia que se puede especializar en muchas otras. ¿Por qué no algo que realmente me guste? La música, los libros y Eurovisión. Disfruto escribiendo artículos y columnas para eurofanweb, sonrío cada vez que trabajo para ellos. Ayer mismo dejé de estudiar un tiempo para preparar una entrevista para Salva Beltrán (cantante español). Si queréis ver mi sonrisa en mi cara, dejadme papel y boli o, en su defecto, un ordenador con un documento de Word en blanco. Por eso quiero agradecer a Sergio, Jose y Martita por aparecer en mi vida y que me dejen formar parte de las suyas.
Soñar y escribir son cosas que hago casi a diario así que no ha sido algo muy novedoso de este año. Aunque, mis escritos han mejorado notablemente y la re-escritura mi libro “My Sweet Lover” va viento en popa. Ya que la versión del blog está un poco escrita a pies puntillas y, si todo va bien, desaparecerá del mismo en unos meses. Además de esta, tengo otras 3 trilogías ya en mi cabeza que irán apareciendo con los años. Y espero que estéis ahí para leerlas.
Empecé 2015 aún recogiendo los retazos de un corazón roto. Apenas pude haberlo restaurado cuando se volvió a romper. Quizá no había pasado el tiempo necesario o quizá es que no era la persona adecuada. En este párrafo citaré a Sam de The Perks of Being a Wallflower (Las ventajas de ser un marginado) “¿por qué yo y todas las personas a las que quiero elegimos a alguien que nos trata como si no valiésemos nada?”. Aunque como pequeño inciso, sé de una persona que si ha encontrado a la persona que le trata como de verdad merece.
Creo que mi problema es que soy demasiado romántico y pasional. Quizá muy joven para serlo tanto. Y eso, a las otras personas puede llegar a asustarles. Lo siento, pero mi concepción de amor no es pasar de una cama a la otra sin descanso. Para mí el amor es encontrar a aquella persona que rellena tus vacíos, para que de esa forma ambos estemos completos. Creo en el amor y en esa persona especial que hace que te cueste respirar, junto a la que te ves el resto de tus días feliz y con hijos.
También por eso escribo, ya que a mí se me niega esa posibilidad, pongo mi corazón en mis protagonistas y ellos son los ojos de la vida que me gustaría tener. Porque sí, si analizáis con detenimiento a los personajes sobre los que escribo y no veis a Christopher por ninguna parte, tenéis un serio problema. Y si no habéis leído nada de lo que he escrito, tenéis un problema mucho más serio aún.
En la búsqueda de la persona especial me he encontrado ya tantas cosas que ni me sorprendo, pero sí hago un llamamiento a todas las personas y les insto a que cuando no sientan cosas por otra persona lo digan y no la hagan perder el tiempo. Menos aún que la engañen. Una vez más, he aprendido y no doy un paso adelante si no he comprobado que el suelo es un campo verde y no un camino rocoso.
Mentiría si digo que en 2015 no he cumplido ningún sueño, aunque sean menores. He visto una exposición de Eurovisión, he acudido a una fiesta de temática eurovisiva, gracias a mis niñas he podido disfrutar de un concierto en directo de Sweet California, y hacerlo con la que ahora mismo es una de las personas más importante en mi vida. También he podido pasar unos minutos con los chicos de Auryn que son de lo más simpático y dan unos abrazos que te envuelven en su calor. Disfruté como un niño pequeño, ya os dije que a pesar de dejar de lado al niño inocente, sigue en mi corazón. Aunque, el de ver a Ruth Lorenzo en concierto quedó frustrado… Habrá más posibilidades en 2016. Lo sé.
Gran Bretaña, Francia y Alemania… Tres de los países que han marcado mi 2015 aunque no de la forma que me gustaría. Aún así yo me quedo con el buen recuerdo. El intercambio cultural es genial y te das cuenta que eres capaz de mantener conversaciones enteras en una lengua que no es la tuya, lo que resulta gratificante.
Por todo esto el 2015 ha sido para mí un punto de inflexión. He soñado, he vivido, me he equivocado, he madurado y obviado detalles que antes pasaba por alto. Agradezco a todos los que me han dado una parte de sus vidas y sus corazones, amigos, amigas, mi pequeña princesa, mi hermanita ;), mis princesas k-poperas, mi eurovisiva Laurita, la gente del ejército de Merlín, mis Gleeks, los yogurers, el equipo de eurofanweb una vez más,  y a mi gente de internet: Adara de mis amores, Yolanda, Maite, Maribel, Lidia...
Al 2016 le pido seguir escribiendo, seguir mejorando y seguir soñando, sobre todo seguir  soñando. Que 3 historias se conviertan en 5, 10, 30, 100… Bueno, con 3 está bien que mi mente no está tan bien organizada como la de George R. R. Martin. Le pido que me guíe en mi camino, el camino hacia mi destino. Le pido un nuevo complemento a la fuerza y el valor, la posibilidad de seguir creyendo “Don’t Stop Believin”.
Al 2016 le pido una escapadita a Madrid para conocer a Esperanza y algún viaje más, que tengo gente que quiero conocer distribuida por todos los rincones de Europa. Quizá haya escapadita en verano a Galicia… Puede ser.
Al principio hable de 2017. Aunque queda un poco lejos aún, en verano de ese año si tengo la posibilidad iré por primera vez a Londres, y ahora sé que tiene que ser 2017, quizá si se da la posibilidad en 2016 la decline. De la misma manera, 2017 debe ser el año en el que se publique “My Sweet Lover” aunque esto es más una decisión editorial y antes tengo que terminarlo. Christopher Pariente dejará de existir por completo para dar paso a Christopher T. Rodríguez periodista y escritor.
Si seguís conmigo por aquel entonces, sabréis porque  2017. Hasta entonces, me despido deseándoos a todos que tengáis un 2016 y que aquellos que lo quieran compartir conmigo, sepan que mi corazón está abierto.
A menos que lo quieras romper, entonces aparecerá una coraza. O saldré volando como Peter Pan dejándote en el suelo. Una de las dos.


                                                                                                             Christopher T. Rodríguez

miércoles, 15 de abril de 2015

Reflexión 5: Disfruta la Música

Música: por su propia definición es el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación de sonidos y silencios utilizando los principios  fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psicoanímicos. Procede del griego mousiké (el arte de las musas).
Lo que para algunos es música, una melodía que alimenta sus oídos, para otros puede que no sea más que una mezcla de ruidos que le hacen sentir incómodo. La verdad, desconozco la explicación científica por la cual lo que unos aman es aborrecido por el resto. Sin embargo, está claro que algún factor existe para que a una persona un sonido le parezca alucinante, mientras a otro, le parece horrible.
Yo solo compro música española, o de artistas españoles, más bien, pues ninguno de ellos suele cantar en castellano, porque lo demás que me gusta lo venden solo en sus países de origen y podrían cobrarme una pasta para un CD. Es cierto, que la cultura en España es demasiado cara y eso que gradualmente los precios han ido bajando, pero sigue siendo algo excesivo. ¡Qué te cobren 20 euros por un disco de música me parece la mayor de las burradas! Obviamente, sé el trabajo que lleva elaborarlos, la cantidad de personas que pasan, en ocasiones, dos o tres años trabajando en un proyecto, para que luego apenas 10.000 personas se hagan con una copia física del mismo. Cuando tienen la suerte de que eso pase. Algunos incluso pensarán que no merece la pena un trabajo de años para una media de 40 minutos por CD. Pero ¿A nadie se le ha ocurrido pensar que estas personas sacan más beneficio a base de conciertos que por el simple hecho de venderlos? Además, en los tiempos que corren el formato físico es algo bastante incómodo. Yo mismo, que he vuelto a comprar música hace poco, los he escuchado en dicho formato el día que lo compré y luego quedaron olvidados en mi estantería,  haciendo las veces de ornamento. Es por eso, que ahora la gran mayoría de artistas han apostado por plataformas como ITunes y demás. Nadie va hoy día por la calle con un discman o un walkman, por simple incomodidad. Yo tengo más de 2400 canciones en el reproductor de mi teléfono móvil y puedo cambiar a placer. Con uno de esos aparatos que nombré antes solo tenemos 11 pistas, 12 o cuantas quieran ser. ¿Os imagináis a alguien caminando por la calle con su walkman, sus auriculares y su biblioteca entera de discos?
ITunes es más barato que el formato físico, y mucho más cómodo a la hora de transportar nuestra música. Por eso, creo que deberían mirar más allá. Aún con eso, me parece perfecto el hecho de que los CDs sigan vivos, a modo de artículos de coleccionista. ¿Acaso no se siguen fabricando vinilos? Y seamos francos, pocos tienen en su casa un reproductor para dicho formato.
¿Por qué juzgamos a las personas por escuchar uno u otro tipo de música? Parece que la gente es tan idiota que no piensa en cómo sería un mundo plagado de personas que fuesen todas iguales. El aburrimiento y la homogeneidad sería bastante preocupante. Y que no sé. Yo no juzgo a nadie por sus gustos o aficiones y espero que no me juzguen a mí por ello. Y no cerrarse a un simple estilo. Sí que me gustaría, no obstante, que la gente hiciese críticas más constructivas y no tan destructivas. O fuese más objetiva. Sí, me gusta la música que hace Justin Bieber, para que nos vamos a engañar, pero a él, pues no lo aguanto. Por lo que nunca escucharás salir de mi boca palabras en contra del trabajo de este chico, ahora si me preguntan sobre lo que pienso de él le dedicaría unas cuantas palabras y no serían especialmente bonitas, para que engañarnos.
A veces pienso que me encantaría conocer toda la música habida y por haber en el mundo. Todos sabemos que eso es imposible. Cada día salen canciones nuevas. Y sí que pienso que hay artistas o cantantes (en esto entran también los grupos, boybands, girlbands y todas sus ramas) sobrevalorados y otros menospreciados. Creo, que soy una persona de reconocer una buena voz cuando la veo, aunque a mí personalmente no me llame la atención. Os pongo un ejemplo. Lana del Rey. Creo que es una de las mujeres con mejor voz en el panorama musical actual, pero a mí personalmente, su música y estilo no acaba de gustarme. Me repatea que “cantantes” que salen de la nada y apenas tienen voz, se hagan virales y vendan millones de discos. Me encantará ver las caras de todas esas personas cuando vayan a verlos cantar en directo. Y mientras escribo estas líneas estoy pensando en Meghan Trainor.
El hecho Eurovisión. Vamos a ver. Para quien no lo sepa, Eurovisión es un concurso de música en el que participan los diferentes países de Europa con un representante y una canción. Tras dos semifinales, una final y una votación al 50% entre jurado y televoto se elige un ganador. ¿Siempre el más justo? Pues, sobre gustos no hay nada escrito. Y odio el momento en el que me dicen “no veas esa mierda, España no va a ganar” “es todo  política y se votan entre países”. Punto número uno, España nunca ha llevado ni a un representante ni una canción que merezcan mi gran reconocimiento, la verdad es que pienso que cuando aciertan en una cosa, fallan en la otra. No obstante, ni soy de esos que por el simple hecho de ser mi país tengo que animarlo con toda mi alma y desear que gane. ¿Me gustaría que ganase? Por supuesto. ¿Creo que lo merezca? No. Pero tampoco  soy de los detractores que odian todo lo que España presenta al festival. Vale, que el nivel que presentamos no es sumamente destacable, pero hay excepciones. Es mi país, pero no por eso pensaré que sea el mejor ni que sea el peor. Punto número dos. Se votan entre vecinos. Voy a plantearos una cuestión. Salvo Reino Unido, que es como el “U.S.A de Europa” y hace música bastante internacional los demás países es normal que se voten entre delegaciones cercanas, ya no solo por relación internacional entre ellos, que también, sino por similitud de culturas. Ejemplos: Laura Pausini, Tiziano Ferro, Rafaela Carrá, Il Divo, todos ellos muy conocidos en España. Idos ahora mismo a Rusia y preguntadles quién es Tiziano Ferro a ver qué os dicen sobre ellos. Es normal que la música entre países cercanos llegue más que a los demás. Por otra parte, la canción, aunque no lo creáis importa, e importa mucho. Los vecinos se suelen votar entre ellos, sí, pero si la canción no gusta, no gusta y punto. He visto casos en que Noruega no ha recibido puntos ni de Suecia, ni de Dinamarca, ni de Irlanda, ni de Reino Unido, y el caso al contrario, dependiendo de la canción. Y se sabe que entre Georgia y Azerbaiján habrá puntuaciones altas, entre Rusia y Bielorrusia y entre Chipre y Grecia, pero no les asegura la mayor puntuación. Siempre hay una canción destacada.
Muchos leyendo esto pensarán: la ganadora del año pasado, Conchita Wurst, no tenía ni la voz ni la canción perfecta. O pensamientos del tipo “ha ganado por ir de mujer barbuda”. Yo mismo estoy de acuerdo que Tom Neuwirth, el alter ego de Conchita, no hubiese ganado el mismo concurso, con la misma canción, la misma voz pero sin su indumentaria de drag queen barbuda. En la música hay una cosa que llama la atención y es el espectáculo, el saber dar espectáculo, de hecho. Para aquellos que creen que esto no es suficiente, les recomiendo pensar en Lady Gaga y Katy Perry. Porque esas chicas no triunfaron por su voz, ni por su talento. Os recomiendo que busquéis a Steffani Germanota y Katy Hudson, veáis el parecido con las dos grandes divas del pop del momento y comprobéis cuantos discos vendían.  Ni Tom Neuwirth, ni Steffani ni Katy Hudson triunfaron, pero sí lo hicieron Conchita Wurst, Lady Gaga, o Katy Perry. Estas seis personas, son solo tres, para aquellos poco lúcidos que todavía no se hayan percatado del asunto.
Aún con esas, supongo que es todo cuestión de gustos. Ayer mismo mi profesor dijo en clase que aborrecía la voz de Whitney Houston y la mujer le parecía de lo más aburrido. Y yo pensé ¿cómo se atreve a cuestionar la voz de Whitney Houston? Pocas mujeres en el mundo han tenido una voz parecida a la suya o que pudiera hacer algo similar. La cuestión aquí es: ¿Cuestión de gustos? Ó ¿Falta de criterio? Por parte del uno, o del otro, no me estoy tirando flores, la verdad.
Si os enseño la biblioteca de mi ordenador hay cerca de 60GB de música de todos los estilos y muchos lugares.  Hay country, pop, rock, blues, jazz, rock, rock alternativo, música comercial, rap, metal, instrumentales, bandas sonoras… Italiana, alemana, danesa, sueca, griega, japonesa, indú…Apuesto que la gran mayoría no conoce a la mitad de mi directorio.
Pero ¿no os resulta genial el hecho de poder compartir gustos con otras personas e intercambiar música?
No porque una canción no nos guste es mala o, lo que tendemos a decir, una mierda. Y creedme, soy de los primeros en decir dicha expresión, mal dicha. Que a mí no me guste no significa que sea una mierda. Por eso estoy intentando cambiar esa horrible costumbre. Es mucho más sencillo y bonito decir “no me gusta” y no hieres los sentimientos de nadie.  La música nos gusta por lo que nos transmite. A mí, por ejemplo, me dan ganas de irme lejos cuando suena una canción de reggaeton. Pero, algunas, las disfruto. Pero para mí música y artista van a la par. ¿De qué sirve una letra pegadiza, un buen fondo musical, si no hay artista? Os recomiendo ir a ver a cualquiera de estos cantantes de electro – latino cantar en directo. Si volvéis con oídos, sabré que sois inmunes a todo.  Y molesta el hecho de que alguien como Pitbull gane millones por coger la misma base musical para todas sus canciones, colaborar con grandes artistas como Jennifer Lopez o Christina Aguilera, y “cantar” (si se le puede llamar así) “dale” todo el tiempo.
Siempre me quedará la tranquilidad de mi dormitorio. Soy feliz con piezas clásicas como Las Cuatro Estaciones de Vivaldi. Otras, como River Flows in You de Yiruma me transportan a un mundo entero de sensaciones. Hay canciones que me hacen llorar, que me hacen reír, querer quitármelo todo, saltar encima de la cama… Y eso, es la música. Un medio de transmisión para mostrar nuestros sentimientos.
Lo que creo es que deberíamos aprender a disfrutar de la música, sus sonidos, las voces de los cantantes...todo. Y me repatea que solo el 'reggaeton' sea considerada 'música de fiesta'. Si sabes disfrutar de la música te dará igual un estilo que otro. Y punto. “A mí quítame esta mierda y ponme música de fiesta”. Si sabes disfrutar de verdad de la música,  las sensaciones que te provocará te harán disfrutar. No hay más vuelta de hoja.
A menudo me gusta tumbarme en mi cama, con mis auriculares, mirar al techo y pensar mientras mi reproductor está tocando. Deja que la música te envuelva y te haga volar. Fusiónate con la música. Sé parte de ella.
Y usa tu voz.

Para hacer volar.

sábado, 21 de marzo de 2015

The hardest word to say… It’s goodbye




Adiós. Una palabra que muchos pueden odiar. Algo difícil de decir, que nos cuesta demasiado. Pero es necesario, porque como sabemos nada dura para siempre. Nunca querremos aceptarlo pero es la verdad. Ahora mismo debería estar estudiando pero no puedo hacerlo sin antes escribir todo esto. Algunos podrán llamarme idiota pero llevo una hora y media llorando. No se ha muerto mi mascota, ni me han dado una malísima noticia. Hay una razón para mis lágrimas.
Glee.
Alguno dirá “¿Por qué has pulsado el teclado sin razón? Escribe algo con coherencia”. Lo he hecho. Glee es una comedia musical americana que comenzó a ser emitida en 2009. Ni siquiera sabía de la existencia de la serie. Cuando comencé a saber que existía fue allá por mediados de 2010 cuando la cadena española Neox comenzó a anunciarla. Dieron tanto bombo con la cosa que acabé harto del anuncio y del asqueroso sonidito del “Don’t stop believing”. En ningún momento pensé que esas palabras se convertirían en una de las más importantes que han quedado grabadas en mi cerebro.
En ese momento pasé un poco del tema. No creía que fuese algo que requiriese mi atención. ¿Para qué perder mi tiempo en eso? No tengo palabras suficientes para agradecer a una gran amiga llamada Esperanza. Desde el día en que ella se cruzó en mi camino todo ha sido diferente, aunque a pesar de conocernos desde hace 3 años vía internet aún no hemos tenido la ocasión de hacerlo en persona. Fue ella la que puso Glee en mi vida. Diciembre de 2011. Lo recuerdo como si fuera ayer. Yo le pasé un enlace con la versión de Last Christmas, original de Wham, (de los que no sabía la existencia hasta Glee) de Ashley Tisdale. Ella compartió conmigo la de Glee. No me disgustó del todo pero no era el tipo de voces que a mí me gustaba escuchar.
Un mes después cuando yo me desperté para ir al instituto, aquella mañana acabé de prepararme antes de lo normal y como me sobraba algo de tiempo me senté a ver la tele. No había nada que me apeteciese ver así que empecé a ver zapping. ¿Cuál fue mi sorpresa cuando me sorprendí a mí mismo encontrando la serie en la cadena Fox? Además fue todo como un sueño porque ¿Adivináis que capítulo estaban echando? El mismo en el que cantaban Last Christmas. Para que luego digan que las casualidades no existen. Son improbables, pero existen. Aunque a veces me planteo ¿Casualidades o destino? Quizá una mezcla de las dos. ¿Quién sabe?
Tres días después me acordé que lo echaban todas las mañanas. Lo volví a poner. Rachel Berry, una cría enamorada del guapo de turno y que es rechazada porque a él le gusta la guapa de turno. Entonces ella enfadada se va y le canta Firework de Katy Perry. Demasiado cliché ¿no? Pero al día siguiente me levanté una hora antes de lo habitual para ver el siguiente capítulo. ¿Justin Bieber? ¿En serio? Decido verlo un día y resulta que el capítulo se centra en Justin Bieber. Aún con esas lo disfruté demasiado, y os voy a contar un pequeño secreto, yo era fan del «mini Dios» antes de que muchas niñas lo conocieran. Un día más, un nuevo capítulo. Blame it on the alcohol. Hacía que no me reía así mucho tiempo, había estado pasado una mala época un poco antes. Esa misma tarde 8 de enero de 2012 al llegar a casa y con los exámenes a la vuelta de la esquina todo me dio igual. Encendí mi ordenador, acudí a una página de series online y clické en el botón que había al lado del nombre Pilot. Además tuve la suerte de que me tope con la versión extendida del capítulo, versión que no he vuelto a encontrar, por cierto.
Continuaba viendo la serie simultáneamente. Por las tardes 3 o 4 capítulos de la 1ª temporada y por las mañanas el que emitían en televisión de la segunda. A veces me arrepiento de esto. Estaba ya totalmente enamorado. Del show. De los personajes. Las canciones. Las canciones. Las voces. Y las emociones. Incluso acabé enganchando a mi hermana y lo veíamos juntos todas las tardes. De mi móvil desaparecieron canciones para hacer hueco a toda la música que Glee iba haciendo. Cada semana había más.
Creo que tardé una semana y media en verme los 44 primeros episodios. Por aquel entonces gustaba en ver las series dobladas, no sé porque la verdad. Ahora tengo una nueva tradición. Ver las series dobladas, en versión original subtituladas en inglés y en versión original sin subtítulos. Por eso por más que quiero avanzar o ver muchas series siempre me atasco en las mismas. Me obsesiono demasiado con las cosas. Entonces, la 3ª temporada aún no estaba doblada. Y tenía que centrarme en los exámenes. 2º de bachillerato calling. If you know what I mean.
Finchel y Klaine eran parte de mi vida. Mi cuenta de twitter cambió casi en su totalidad a Glee. Conocí a un montón de gente. Gané muchos seguidores. A diario les dejaba tweets de apoyo a Lea, Chris, Darren, Cory y los demás. Cuando veía un TT me faltaba tiempo de petar mi cuenta con cosas. Echo de menos aquellos días en que me daban tweet limit por superar el número de ellos que se pueden escribir en una hora. Sufría cada vez que tenía que estar unas cuantas horas sin escribir. Descubrí tumblr y todas las fotos de Glee que podría encontrar ahí. Muchas de mis tardes constaban en escuchar Glee, ver Glee, twittear sobre Glee, y buscar fotos de Glee.
2 de Julio de 2012. 3ª temporada de Glee en Fox España. Por fin podría seguir viéndola. Cuando llegué al capítulo 12 y descubrí que la boda Finchel era prácticamente un hecho; lo mandé todo a la mierda. Esa misma tarde acabé la 3ª temporada. Fue la primera vez que lloré con Glee. Finn en Ohio, Rachel yendo a Nueva York, y de fondo Roots Before Branches. Ese verano me lo pasé pipa. Como un enano. Participé en un vídeo hecho por los gleeks. Cuando el creador dijo que habría Glee tour en 2013, tour que nunca existió. Pero nosotros intentamos con todas nuestras fuerzas que el tour pasara por España. #SpainInvitesTheGleeCastToPaella #SpainGleeTour2013. Cuántas cuentas fueron bloqueadas aquel verano  por Ryan Murphy. Pobre, la de tweets que pudo llegar a recibir. El vídeo se llamaba AtaqueGleek, o el proyecto. Aquel día me enamoré por fin de Don’t Stop Believin’. Hasta el momento era una canción que bueno… ahí estaba. Era especial por ser “con la que empezó todo” pero no acababa de llenarme. El final del vídeo acaba con Tongue Tied.
En Agosto se hizo Trending Topic Mundial “The New Rachel Berry”. Algo que captó mi atención  desde el principio. Era el nombre del primer capítulo de la cuarta temporada. A mediados de septiembre de ese año sabía que estaba demasiado enganchado a la serie y que tenía que volver a verla cuantas veces fuera posible. Lo mejor era tenerla en DVD. Encontré una oferta con la edición anuario que traía las 3 primeras temporadas completas y que salió a la venta poco después de mi cumpleaños. No dudé ni un momento.
Esos chicos habían cambiado mi vida demasiado. Hablaba de Glee a todo el mundo aunque no parecían hacerme mucho caso. Aunque conseguí que en un año más de 10 personas se enganchasen, lo que tengo como un gran logro personal.
Quería cosas de Glee. Sabía que mi primer tatuaje tendría que ver con Glee. Me veía reflejado en esos chicos. Sobre todo en Kurt, pero un poco en todos. La gran estrella odiada por todo el mundo. Cuando todo lo que me apetecía erar llorar, ver un capítulo de Glee me hacía salir del agujero y reír como un crío pequeño. Aunque no faltaban los momentos en que las escenas o alguna canción me calaba tanto que acababa recreando el diluvio universal en mi cuarto.
Cory y Lea parecían estar juntos. Más tarde él lo confirmaría en un programa de televisión. Adoraba demasiado a esos chicos. La 4ª temporada empezó a salirse un poco de los esquemas originales de la serie pero seguía encantándome. Tenía algo especial. 31 de diciembre 2012. El concierto de Glee sería emitido en Canal +. Lo vi y como no podía ser de otra manera, me encantó. Quería volver a verlo. Una vez, y otra, y otra, y otra.
1 de abril de 2013. Malas noticias. Cory no estaría en los dos últimos capítulos de la temporada porque había tenido que ingresar en un centro de desintoxicación. 28 de abril Cory estaba fuera. No me acababan de encajar las fechas. No sabía mucho del tema pero una adicción no se supera en menos de un mes ¿no? Buenas noticias. El primer disco de Lea, la que ya era mi cantante preferida saldría a la venta al año siguiente. Al menos eso alejó mi mente de Cory.
14 de julio. Me desperté a las 8 de la mañana. Estaba releyendo Harry Potter y el Cáliz de fuego. Me quedaban 250 páginas. Me propuse acabármelas. A eso de las 11 había acabado. Cogí el móvil de mi mesilla de noche. Tenía un mensaje de una amiga. “Hallan muerto al actor de Glee Cory Monteith”. Pinché en la noticia. La leí. No podía ser verdad. Fui a twitter. Todo el mundo estaba consternado. Cuando mi mente aceptó que era verdad y no una simple broma pesada lo primero que pasó por mi cabeza fue “Lea”. Esa semana fue muy dura. No me apetecía salir, no me apetecía comer, no me apetecía sonreír. Solo me apetecía escuchar todas las canciones que él había cantado desde I can’t fight this feeling hasta Fight for you right (to party). “Cuando truene no penséis en la tormenta, pensad que es Cory tocando su batería desde el cielo”, decían. Aquel día había tormenta. Agarré mis dvds de Glee y vi algunos de mis episodios favoritos para llorarle. Investigué sobre su muerte. Esperé con ansia los resultados de la autopsia. Discutí con mi familia, con mi hermano e incluso a ratos con mis amigos. “¿Por qué estás así por un drogadicto al que ni siquiera conoces?”. Preferí callarme.
Glee podía ser cancelado. Pero no sabía si sería capaz de verlo sin Cory. Admiré a Lea por tener la fuerza que tuvo al tener sobre sus manos el futuro de la serie, echarle valor y continuar en el set en el que conoció al que era su novio. Y al que iría día tras día a trabajar. El argumento de la serie empezaba a perder todo el sentido. La serie sin él no era lo mismo. Se notaba su ausencia. The Quarterback fue el episodio con el que más he llorado nunca. De hecho es el único que solo he visto una vez. No he tenido los huevos de volver a hacerlo.
31 de diciembre 2013. El DVD con el concierto de Glee llega a mi casa. Algo inesperado, pues la entrega estaba prevista para el 8 de enero (día que empecé a ver Glee), pero llegó el 31 de diciembre (el día que hacía un año que lo habían emitido en televisión).
4 de marzo de 2014. Louder sale a la venta. Con dos cosas especialidades. Lea le ha escrito una canción a Cory. La segunda es los agradecimientos y dedicatorias donde dice “And to my Cory. This album is for you”. Hice lo imposible por conseguirlo. Desde recorrerme media ciudad, sin apenas conocerla a gritar en la cara de la dependienta cuando me miró con cara de indiferencia al preguntarle por Lea Michele y me percaté que era el disco que estaba desempaquetando.
Desde entonces sentía que seguía viendo Glee por lo que el show había significado para mí esos dos años, pero había perdido bastante interés. Tenía una especialidad, sin embargo, por más que intentaba odiarlo, me seguía gustando. Disfrutaba cuando lo veía. No era lo mismo que al principio, ni de lejos.  Pero eso me ha llevado hasta aquí.
En septiembre conocí a una persona muy importante. Los que saben de ella saben lo que ha significado para mí. Fue uno de los mejores meses de mi vida. Cuando fuimos a su casa a ver Glee y justo eligió mi capítulo favorito. Casi me muero cuando me dijo el capítulo que quería ver. Más tarde en Glee cantarían una de sus canciones preferidas. Pero ya no podemos compartirlo, porque así lo decidió.
20 de marzo de 2015. Aunque es 21, pero la fecha oficial de estreno es 20, así que 20. Cuando acabé la tercera temporada pensé “¿Qué voy a hacer con mi vida cuando Glee acabe?”. Hoy lo he descubierto.
Aunque para algunos no sea más que una estupidez o un juego de niños no saben toda la historia que tengo detrás de esta serie. Esta serie me ha enseñado lo que la vida no ha conseguido. Con esta serie he madurado mucho como persona y he cambiado muchas de mis perspectivas de la vida. Mis sueños siempre han sido demasiado grandes para una persona tan pequeña y frágil como yo, hasta que Glee apareció en mi vida. Era la motivación que me faltaba para perseguir todos mis sueños. Y eso estoy haciendo ahora. Y sé que es difícil. Quizá en todos mis sueños la posibilidad de conseguir algo es de una entre un millón, pero entre vosotros y yo. Yo quiero ser esa una. No quiero ser una estrella más en el cielo. Quiero ser la estrella. Esa que más brilla y eclipsa a las demás.
Glee me ha enseñado que nunca debo dejar de creer. Que ser parte de algo especial te hace especial. Y que todos somos especiales. A veces me siento demasiado solo, el marginado de la clase, entre mis amigos y el más extraño de la familia. Pero son esas peculiaridades las que me dan encanto.
Glee me ha enseñado a tener valor. Cuando Kurt conoce a Blaine, este le dice una palabra, una palabra que ahora llevo grabada a fuego en mi piel. Valor. O en su versión original Courage. Antes de ese día me amedrentaba ante todo. He aprendido que hay que mirar al miedo de frente. Desafiar a la gravedad, y saltar del barranco.
Glee me ha enseñado que ser diferente no es malo.
Glee me ha enseñado a ser tolerante.
Glee me ha descubierto un nuevo mundo. Sabía que me gustaba demasiado la música, pero nunca hasta que punto. Más de 700 canciones que me acompañan a diario y voy cantando a grito pelado en medio de la calle sin importarme quién me mire.
Con Glee, he reído. He llorado. He odiado a la calva por hacer que Klaine y Finchel rompiesen en el mismo capítulo. Lo he amado por grandes cosas que ha hecho…
Es difícil entender como unas personas a las que no conoces de nada, pueden llegar a cambiarte la vida. Pero así ha sido.
Lea, Chris, Darren, Cory, Dianna, Naya, Heather, Melissa, Jenna, Kevin, Matthew, Jonathan… todos los que han pasado por Glee me han enseñado algo. Daría casi lo que fuese por compartir unos minutos con cualquiera de ellos.
Lea me ha dado su preciosa voz. Una voz que no cualquier persona puede tener. Una voz que consigue ponerme la voz de gallina en cualquiera de los géneros que toca. Suelo decir que Lea es la mano de Midas de Glee. Todo lo que toca lo convierte en oro. Cuando hace pop, baladas, canciones de Broadway… No importa.
Cory. Mi pequeño gran ángel. Cada día que pasa me acuerdo de él. Y cada vez que una de sus canciones aparece en mi reproductor miro al cielo mientras la canto. El héroe de mi vida.
Chris. Es igual que yo. Si hasta nuestro nombre es igual. Y su libro es uno de mis preferidos de todos los tiempos. Es de esos típicos libros que te tienen riendo desde que empiezas hasta que acabas, a pesar de que el final es trágico.
Podría hacer una lista así para todos pero nunca acabaría. A todos tengo que agradecerles haber aparecido en mi vida.
Al que sí que tengo que dar las gracias de verdad es a Ryan Murphy por crear este show tan grande. Y aunque al final acabase careciendo de sentido y perdiendo por completo su esencia él lo hizo posible y por ello le estoy eternamente agradecido.
Gracias a Glee conocí a dos grupos de personitas que ahora completan mi día a día. Mis pequeños gleeks que me hacen reír a diario con sus tonterías. Por otro lado mis Klainers y su drama Klaine. Como les quiero, ¡joder!
Gracias a Glee he descubierto una gran cantidad de canciones que no se me hubiese ocurrido escuchar. He conocido musicales.
Para algunos han sido 6 años, para mí solo 3.  Pero los más especiales de mi vida. Desde Pilot hasta Dreams Come True. Desde Mr Cellophane y Don’t Stop Believin hasta I lived.
Glee vivirá siempre en mi corazón al igual que todos sus chicos y chicas.
La palabra más difícil de decir… Es adiós pero en este caso:
This time
No One’s gonna say goodbye
I’ll keep you in this heart of mine
This time that we had
I will hold forever

 Hasta siempre Glee.
  

martes, 10 de febrero de 2015

Reflexión 4: ¿Por qué?

Aquí tenéis esta nueva reflexión. Cuando me da por filosofar salen cosas como esta.

¿POR QUÉ?

¿Nunca os habéis preguntado por qué? ¿Por qué qué? Preguntaréis. El porqué de todo, en definitiva. Desde que soy pequeñito y tengo uso de razón siempre me he sentido raro, apartado o a veces incluso especial (de una manera extraña). Y es que mi forma de ver el mundo no suele ir acorde a la de casi nadie de mi alrededor. Siempre me he definido con la frase 'No sé si es el mundo el que va en contra de mí o soy yo el que va a contracorriente del mundo' y se de alguien que pensará 'deja de hacerte la víctica, y el especial porque eres patético y mediocre' pero me da un poco igual esa opinión, la verdad. ¿Por qué tenemos que seguir todo aquello que la sociedad nos marca? ¿Por qué no darle la vuelta? Empecemos con el tema estrella.
¿Por qué los hombres tienen que enamorarse de mujeres y viceversa? ¿No puede haber simplemente personas que se enamoren de personas? ¿No resulta curioso que la homosexualidad se defina en la adolescencia? Porque aparentemente a todos los niños les gustan los niñas, y vicerversa en la primaria. En la adolescencia empezamos a forjar nuestro carácter y nuestra forma de ser. No obstante, a pesar de lo que piensan aquellas personas que siguen encerradas en el siglo XVII, la homosexualidad ni se elige, ni es una enfermedad, ni se contagia. Es lo más normal del mundo. ¿Acaso repugnáis a personas porque no les guste el tomate? ¿O porque prefieran la merluza al bacalao? Pues esto es exactamente lo mismo. Es una persona que se ha enamorado de otra. ¿De qué te sirve enamorarte del sexo contrario si no te entiendes con esa persona? Es por eso que creo que no debería existir la etiqueta de homosexual o heterosexual. Una persona ha conectado con otra, se entienden y hay amor. ¿No es el amor la acción primaria más bonita del mundo? Dejemos pues que cada uno lo viva a su manera. Además de todo esto, es normal que en algún momento de tu vida te atraiga alguien del mismo sexo o viceversa. O vivir con esa duda de “no sé si me gusta”. Nunca lo sabrás si no lo pruebas. Deja atrás los prejuicios y enamórate. Hombre, mujer, no importa. Lo que importa es que seas feliz con esa persona que tiene todo lo que a ti te falta para ser una persona plena. Alguien que complete tu círculo y alguien cuyo círculo puedas tú completar. Porque solo cuando dos personas se vuelven un solo corazón y sus almas se funden en una, es cuando puedes decir que estás experimentando ese sentimiento llamado amor.
Tenemos que aprender a decir que no a todo lo que nos impongan. ¿Por qué a todos tiene que gustarnos la misma música? Ni yo voy a hacer el vacío a nadie porque le guste más la típica de discoteca, el reggaetón, o lo que sea ni espero que a mí me lo hagan por preferir las versiones acústicas de temas creados por dj’s o la música clásica, indie, algo más calmado y que no a todos gustan. De hecho la gran mayoría de personas lo repugnan. A veces cometemos el error de llamar mierda a lo que a nosotros no nos gusta y poner por encima de todo lo que a nosotros nos parece más atractivo dejando en evidencia lo demás. Ahora pensémoslo de esta manera. Si cada persona del mundo se caracterizase por despertar un extraño gusto por la música clásica, y todo lo demás quedase obsoleto, el mundo sería aburrido. De ahí que sea buena la diversidad. Para que entre todos podamos compartir con los demás nuestros gustos e intercambiar opiniones. No porque una canción sea de un determinado tipo hemos de decir “no me gusta ese tipo de música”. Dale una oportunidad y solo cuando la hayas escuchado podrás juzgarla, para bien o para mal. Pero sé objetivo. Deberíamos aprender a decir “a mí no me gusta” o “no me transmite nada” a directamente llamarlo “mierda” porque a nosotros no nos gusta.
De la misma manera ¿por qué marginar a esas personas que directamente no son igual a nosotros? En mi más sincera opinión lo mejor es la diversidad para todo. Bien es cierto que posiblemente conectemos más con personas que compartan nuestros gustos, o aficiones o que estén un poco a la par de otras. Pero no deberíamos mirar a nadie por encima del hombro cuando todos somos iguales. Nadie es más que el otro. Me parece muy bien que un grupo de chicas interesadas simplemente en su belleza, la ropa y los chicos guapos se junten entre ellas, que un grupo de chicos se una para hablar de fútbol tomar unas cervezas y hablar de que niña de las anteriores tiene las tetas más grandes o a cual se tirarían antes. Pero no debes tachar a nadie de friki, raro o meterte con ellos por el simple hecho de tener gustos diferentes a los tuyos. Una persona con diferentes intereses a los nuestros, habiendo siempre algo en común por nimio que sea, siempre pulirá las carencias que nosotros tengamos. Es confortante, cuanto menos estar en un grupo de personas con intereses comunes pero en los que de vez en cuando cada persona suelta un comentario que ninguno de los demás entiende o que ni siquiera les interesa; o que te llamen pesado porque no dejes de hablar de un tema del que solo tú conoces cosas. Unas personas preferirán pasar su vida de fiesta en fiesta, otras leyendo libros, otras viendo películas, y otras, como yo, filosofando sobre cosas y escribiéndolas para publicarlas en su blog y esperar que los demás lo lean. ¿Qué tal si nos acostumbramos a llamar a esas personas diferentes, pero no raras?
¿Por qué tenemos que llevar uno u otro tipo de ropa? Una de las frases que más odio es “me voy a comprar una de esas sudaderas que se llevan ahora mucho”. Espera un momento. Respira y piensa. Se lleva mucho, me parece muy bien. La cuestión es ¿te gusta a ti? Conozco a más de una persona que se ha comprado un determinado tipo de pantalón, abrigo o lo que sea por el simple hecho de que se llevaba, y la moda es cíclica sí, pero también efímera. Lo que hoy está de moda, mañana puede haber desaparecido, y pasado volverá. Pero usa la ropa porque te guste y no porque se lleva. Si en cuanto deje de llevarse vas a dejar de ponértela no malgastes tu dinero. Como la nueva tradición, tonta y estúpida de tener que salir el día de Nochevieja como si fuese tu propia boda. Y ni se te ocurra llevar algo que sueles usar un sábado normal porque “todo el mundo va bien vestido ¿cómo vas a ir tú hecho un adefesio?”. Me suele importar más bien poco lo que los demás piensen, pero siempre acabamos sucumbiendo a comprarnos una americana, o un vestidito en el que nos dejamos los ahorros de dos meses para algo que te vas a poner ese día y posiblemente quede muerto en tu armario porque es demasiado elegante para un día normal. Sé de más de uno que año tras año se gasta 150 euros en un traje que no se vuelve a poner. Y al año siguiente ni se te ocurra llevar nada de ese conjunto, cómprate uno totalmente nuevo. No puedes repetir ni zapatos, ni americana, ni corbata, ni camisa, ni nada. Somos un poco idiotas, la verdad.
¿Por qué vivimos tan condicionados? ¿Alguien me puede explicar cuál fue el convenio por el que se llegó a la conclusión de que el rosa era un color para niñas y el azul para los niños? Habrá niñas a las que les guste el azul, de la misma forma que habrá niños que les guste el rosa. El gusto que mostramos por las cosas va en nuestro ADN no podemos condicionar a nadie para que le guste una u otra cosa. ¿Por qué los niños han de jugar con Action Man y las niñas con Barbies? No hay ningún mundo en que solo vivan hombres ni tan solo mujeres. Nos necesitamos unos a otros, de una manera o de otra. Los niños deben jugar con cajitas de herramientas y las niñas con cocinitas, planchas y demás utensilios de cocina. Quiero hacer un llamamiento al mundo. Hay hombres que planchan, que sacan a pasear a su hijo, que cocinan; y mujeres que tienen más maña para cambiar un enchufe o una bombilla. Está marcado en nuestros genes y no en si somos un niño o una niña. Estoy ya harto de tanto condicionamiento. Ni las mujeres son el sexo débil, ni los hombres el fuerte. Hay mujeres más fuertes que hombres y viceversa. Que esto, si bien, no sirva de excusa para meternos con aquellos hombres que son agredidos por mujeres. Si un hombre agrede a una mujer puede, o ser un cabrón o un gran campeón que ha conseguido imponerse. Ahora bien si es una mujer la que agrede seguro que es una zorra, puta y el hombre será tachado de maricón o cosas peores. Si tan solo la mitad de personas pensasen durante cinco segundos todo lo que van a decir el mundo iría bastante mejor.
¿Por qué las películas de acción son de chicos y las románticas para chicas? ¿Por qué los hombres no lloran? ¿Por qué las mujeres no deberían conducir? ¿Por qué una mujer con habilidad para la electrónica o derivados ha de ser un machucho y un hombre que cocine tiene que ser gay? ¿Por qué los coches para los hombres y las telas para las mujeres? ¿Por qué las humanidades son para mujeres y las ciencias para los hombres? Y así un largo etcétera.
En vez de estar plateándonos estos porqués deberíamos intentar buscar una explicación científica a las cosas que de verdad deberían importarnos. Pero nuestras vidas están tan vacías que decimos meternos en las de los demás para así criticarlas. Yo he empezado mi cruzada para intentar cambiar el mundo. ¿Me ayudáis vosotros? Sería perfecto un mundo en el que cada persona pudiese hacer una u otra acción sin que el resto le insultase o le mirase por encima del hombro. Hagamos cada uno lo que nos gusta, no critiquemos a los demás y poblaremos un mundo mejor. No con esto estoy incentivando a nadie a cometer crímenes o asesinatos porque “disfruten” haciéndolo. Creo que esas personas tienen algún problema en su mente y deberían tratárselo.
Así que mientras empiezo a huir de esta sociedad inmunda y este mundo podrido, voy a ser yo mismo, le pese a quien le pese, y al que no le guste que no mire. Prefiero ser transparente, un libro abierto, a una persona falsa que solo hace las cosas para agradar a los demás. ¿Te gusta lo que haces? Pues ya está. No digas nada y hazlo.
Y como sé que yo solo no voy a cambiar el mundo, pues me pondré a pensar en otros porqués de la vida. ¿Por qué el cielo es azul? ¿Por qué se caen las hojas de los árboles? ¿Por qué surgen las estaciones? ¿Por qué todo?
¿Por qué?

jueves, 29 de enero de 2015

Ampliando fronteras

Hola amigos míos, hoy vengo a daros una buenísima noticia. Me han invitado a formar parte de un nuevo blog de escritores y estoy pendiente de contactar con otro, pero para ello primero he de organizarme. Pero para empezar, el primero se llama realidad bohemia y es un blog de escritores en el que todos sacan a pasear su capacidad creativa.Y bueno acabo de publicar allí mi primera entrada, os animo a que paséis a leerlo. Esto no significa que vaya a dejar de escribir aquí, tendréis más capítulos de Beyond My Sweet Lover y muchas más reflexiones, no os preocupéis. Mientras tanto, os invito a leerlo. Es importante que allí perdáis uno o dos segundos en votar el texto, para bien o para mal. Aquello no es como esto ^^.

martes, 30 de diciembre de 2014

Lo que trajo el 2014




Reflexión sobre lo que he aprendido este 2014:
Pase lo que pase, bueno, malo, maravilloso o catastrófico, solo hemos de quedarnos con lo positivo de la vida y sonreír. ¿Te has caído? Piensa que cuando te levantes serás más fuerte. ¿Te han roto el corazón? No te martirices, llores, y vayas buscándolo y viéndolo por las esquinas haciendo que hasta el más simple piar de un pajarillo te recuerda a esa persona; recuerda lo que vivistéis juntos y piensa en lo que pudo haber sido y no fue, pero siempre con una sonrisa. Échale valor a la vida y persigue tus sueños y si alguien te dice 'Las posibilidades son de una entre un millón' no te amedrentes, levanta la cabeza y grita 'Yo voy a ser esa una'.
Ten voluntad y fuerza. Persigue tus sueños. No llores si discutes con tu familia, tus amigos, o con quién sea, el abrazo que acompañe al 'Lo siento' de después es lo más gratificante del mundo.
Halla tu felicidad hasta en lo más nimio, la sensación de manos frías, el viento azotándote a la cara, el sonido de una cascada, el olor de un parque, una canción...
Pero ante todo valora a los que tienes a tu alrededor, te apoyan y te quieren, esos serán los pilares que te ayudarán a construir tu propia vida.
Sonríele a la vida y ten valor, así el nuevo año que entra será maravilloso. No lo dudes.
                                                             
                                                                   FDO: Un soñador